México, 1126 después de Andrés (dA)

 



Corre el año 1,126 d. A. (después de Ándres), mientras la humanidad ha entrado en una etapa de viajes espaciales, mudando a más del 80% de los europeos al planeta Marte, Canadienses, ingleses y norteamericanos prosperan en la Luna Titán, convertida en un paraíso pocos años después que una rara enfermedad, ya controlada desde hace un milenio por científicos chinos y rusos quienes ahora están asentados en otra luna de Saturno, aniquilara al 10% de la población mundial. 


Mientras tanto, el mundo, la Tierra, se debate entre la vida y la muerte pues, sin otras culturas que las contuvieran, los latinoamericanos bolivarianos y zurdos, como el Gran Andrés I, han transformado casi cualquier rincón del planeta en una zona de guerra, corrupción, anarquía, crimen organizado a escala planetaria; Brasil se convirtió en el tiradero de basura al aire libre más grande de la historia, cuando entubaron el último tramo del río Amazonas y con Andrés Nicolás López Castro como el 137avo. dictador progresista, transformador, demócrata y republicano de las sobras de lo que antes se denominaba la aldea global.


Multinacionales cómo Coca Cola, Pepsi, GAP, Amexican Eagle, Marinela, Bimbo, Pepitas y Avellanas de Oaxaca, Chocolates y Café del Bienestar, Cotorritos, Tamales transgénicos de Guerrero, Tonayan, Zarzaparrilla la Xiqueñita, Gordas y Picadas del Tío Angelux y demás, junto a las excelsa y adineradas familias Noroña, Batres, Padierna, Monreal, Sheinbaum, Buenrostro, Maduro, Chavez, Borik, Kishner y Ackerman, los eruditos sabios pensantes, conocidos como los Gibranes (se debe pronunciar: yibrandes acentuando la Y) o los Jesusorodriguez, los Gutierrez y los DatoProtegidos, así como los Gatell, como ahora se le conoce a los curanderos del pueblo bueno, son quienes se reparten el 98% de la riqueza mundial.


El resto, 2% (para que no le cueste trabajo determinarlo) se reparte a través de becas del bienestar, como se ha hecho por siglos a través de los guardianes de la paz, el bienestar de los pobres y en contra del conservadurismo opositor, fifí, corrupto y adversarial al 99% de la población mundial. 


Solo quedan dos lugares donde la influencia del Tlatoani Dios Rey Juarista Excelentísimo y Moreno Señor de la Tierra y representante del Santo Nasoon del Cielo, Andrés Nicolás IV, gobernante de Nueva Tenoch, no ha llegado. Dos lugares donde los ciudadanos viven en democracia (la de verdad) y conservan una poderosa cultura de la legalidad: Japón y Australia. 


Todos los días, desde la última Sagrada Mañanera en el lejano 2024 de la era del viejo Mundo, el ilustre y todopoderoso sale en todos los medios de comunicación, que ahora se activan por unos nanobots implantados desde el nacimiento en la retina de cada pejersona, a atacar furibundo pero magnánimo, acusador pero perdonador, sentenciador pero clemente, agitador e incitador del odio pero conciliador y moralista, a esos conservadores neoliberales enemigos del pueblo que viven como burgeses, estudian en escuelas privadas y tienen un alto nivel de vida, porque su existencia insulta al pueblo miserable, iletrado, analfabeta, sumiso, fanatizado y moribundo, culpando a las primeros de las desgracias de los segundos y jurando, ahora sí, que la justicia y las instituciones están del lado de los desamparados, de los que nada tienen, pero cada vez tienen menos.


"Adalides, genios, somos su pueblo, mantenganos jodidos para la eternidad, viviendo en la inmundicia, porque es su labor espiritual el primero los pobres, y para cumplir con tan sagrada misión, primero tenemos que ser, todos, pobres" pensaba. En eso andaba, cuando mi hijo, que ya tiene una enfermedad terminal y que le queda poco de vida, mi luz, mi sol, Casianito Chairino, con su vocesita apagada y sin fuerzas, me preguntó:


"Apá, apacito, ¿qué es la legalidad? “


Baje la mirada; busque en el suelo una respuesta que no conozco, que se borró de la historia transformadora por ser subversiva y dañina. Algo recuerdo de mi padre, fusilado por hablar de algo llamado la cultura de la legalidad, el respeto a las leyes, a algo llamado Constitución, jueces, procesos, presunción de inocencia, al gobernante atado a dicho principio, donde no podía hacer más que lo que la ley le mandaba, sujeto a artículos, a escritos, al Derecho.


Me ruboricé al pensar en ello. Le recité a mi pequeño el versículo 32 del Libro de Mario Delgado a los Morenistas, donde el Señor, el Único y Primigenio Macuspano, destruyó en 4 años esa palabra diabólica, mandándole al diablo con el grito de "ahora resulta que la ley es la ley"; después, mediante consulta ciudadana a mano alzada en un pueblito perdido en el ahora virreinamlo de Guerrero, conocido como Macedonia, la desterró de la mente de los que sobrevivieron a la pandemia, gracias a la decisión de prohibir la venta de pingüinos y Frutsis en las tienditas.


Terminé con nuestro lema de fidelidad al régimen: "¡Me cansó, ganso", lo abracé y le pedí que durmiera tranquilo.


Que el mundo es un lugar mejor. 


Que es mejor ser pobre, pero humilde. 


Que la beca llegará y tu estómago saciará.


Que tenga, para que se entretenga. 


Ojalá mañana pueda darle algo de comer a mi niño. El agua oxigenada no está curandolo y todos los Gatells, cuando lo llevo a que le den una vacuna (lo que sea que eso sea) me dicen "Achú, quédese en casa". 


Quizá vaya a robar algo con mis compas, lo malo es que ya no hay a quien robar. 


¿Este es el mejor futuro al que aspiramos? No lo sé y no me importa. Pará eso está el gobierno, ¿que no?


MORALIDADES. 5 de septiembre de 2025.

Comentarios

  1. Por medio de este blog, solo tengo que acertar en todo lo leído, soñando llegar algún día a esa cultura de legalidad de Australia y por una educación de excelencia para cualquier ciudadano, no manipulada por historias falsas de los gobiernos.

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