Moralidades 2.0

Por Rafael Ignacio Mora Ortega.  Hoy no comentaré nada de lo obvio en materia política de nuestro país. Cada quien tiene su visión, algunas de ellas muy alejadas de la realidad que demuestran, todos los días, las estadísticas, los datos duros, esos números que no pueden ser interpretados con la simple opinión de un orador pues irradian la verdad cruda, cruel y, por desgracia, sin atisbo de alguna luz que ilumine el sendero hacia una metamorfosis social, económica, educativa y cultural que permita a millones de mexicanos salir de esa escala de pobreza, cada vez más extrema, que golpea sin piedad la precaria situación de las personas. Hoy, amable lector, me concentraré en analizar si, a nivel bachillerato, los jóvenes que podrían ser el futuro prístino que nos salve de la debacle definitiva hacia el tercermundismo al puro estilo latinoamericano, están siendo preparados para el trabajo técnico o la aventura universitaria de calidad. Y me basaré para ello, no en mi visión particular de lo

No sé si a ustedes les ha pasado, pero en mi experiencia reciente los servicios prestados, tanto por el sector público como por el sector privado son, lo menos, deficientes y dignos de la sección "Mercado de lágrimas" de aquél programa cómico, mágico y musical llamado "La Carabina de Ambrosio". Cierto servicio de internet y cable, mega conocido por la mayoría de los habitantes de esta, ahora caótica y taponada ciudad de Xalapa, con hoyos, obras, calles despedazadas, desviaciones a vías alternas que tambien están cerradas, resulta que desde hace aproximadamente 3 semanas presenta molestos problemas con la conexión a los dos servicios contratados con ellos.  El mayor acto de molestia es que, haciendo acopio de toda tu tolerancia, empatía y paciencia, tienes que hablar a un número telefónico que, de entrada, te hará perder de 15 a 25 minutos de tu vida escuchando a una grabación de voz que es más cuadrada e intransigente que contadora del SAT cuando le estás explicando

Bien pude nombrar este escrito como "Aventuras con Ebook" o "Payhil o cómo ayudar a un escritor tradicional".  Pero me decidí por el título mientras me estoy dando cuenta que, en serio, publicar un Ebook es, literalmente, un nuevo camino para los escritores independientes o que no desean pasar semanas y semanas en trámites engorrosos y la aprobación de gente que ni te conoce y, a veces, no entiende la esencia del mensaje que buscas transmitir con tu obra. Resulta que el proceso para imprimir un libro al estilo siglo XX, es un verdadero viacrusis, es la peregrinación a la Meca solo, rico, inútil para pelear y solo (ya sé que repetí solo, pero en siglos pasados ir solo a la Meca era un viaje sin boleto de regreso), que se ha complicado un poquito más en estos modernos y prístinos tiempos de pandemia. Si ademas le sumas que se tiene la idea extraña en los círculos literarios de aplicar a rajatabla el famoso refrán "zapatero a tus zapatos", se duplican los per

No cabe duda que, en este país, como nunca antes, vivimos en una sociedad pluralista de riesgo, que Kaufmann define como una sociedad dinámica y cambiante que rebasa y modifica a las estructuras políticas, jurídicas, éticas, tecnológicas, económicas y a las sociales mismas. Las pasadas elecciones presidenciales en México, además, traen a la luz la división casi irreconciliable de grandes sectores de la población, que se han acrecentado con el paso del tiempo. Gente que está más que conforme con el sistema y con el estado de las cosas, con los discursos diarios y los apoyos a través de becas (a adultos mayores, mujeres en situación de violencia familiar, estudiantes de nivel medio superior, madres solteras) y gente que busca un cambio de gobernantes aún si esto lleva a la sociedad en su conjunto a generar actos violentos; el desconocimiento a quienes son titulares de las instituciones públicas, todas ellas, perdiendo el respeto a la investidura gubernamental y generando un oleaje que va

El día de hoy no voy a contarles alguna experiencia extrasensorial o multiversal. Prometo solemnemente hacerlo en mi próximo escrito.  Quiero hablar de un tema que, ante la avalancha diaria de información, se ha ido quedando en el olvido hasta para aquellos que lo impulsaban, fervientemente, hace no más de una década.  Me refiero a esa palabra que casi nadie entiende pero que, seguramente muchos pueden afirmar haberla escuchado alguna vez, aunque no puedan decirme ni dónde, ni cuándo, vaya, ni siquiera qué es. Hablo de la llamada gobernanza. La gobernanza es la reacción conjunta de los gobernantes y del pueblo, en general, para enfrentar de manera colaborativa, coordinada, ordenada y sistemática los retos del mundo actual. Reacción que se va volviendo, día a día, un clamor que no se calma ya con procedimientos y servicios  anquilosados, arcaicos, ineficientes, ineficaces y casi en su mayoría burocráticos; tampoco con el discurso demagógico, que tanto caracterizó y sigue caracterizando