El liderazgo en la actualidad. ¿Necesario para recuperar la paz?
Tengo más de 25 años trabajando con, aproximadamente, 200 personas al semestre, 400 al año, que acuden a las aulas donde imparto cátedra desde el año 1999, en la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana.
A veces se piensa, erróneamente, que el liderazgo de ejerce desde el papel del superior jerárquico, sobre todo en el sector privado, como podría ser el hotelero, de servicios, restaurantes y bares, refresqueras, creación de contenido o desarrollando IA, quizá también en política o en el gobierno.
La realidad es que los maestros, docentes y catedráticos de todos los niveles educativos, cada vez que acudimos a trabaja, a enseñar, a capacitar a nuestros estudiantes o alumnos, estamos ejerciendo algún tipo de liderazgo, quizá sin saberlo realmente. Y lo increíble de todo es que, en los primeros 3 días del curso, es cuando logramos que todas las personas que conforman el salón de clase generen un ambiente de armonía o, cuando menos, respeto, tranquilidad y tolerancia, que se replicará cada día, hasta el final del semestre, o no.
Es verdad que, en la mayoría de los casos, el líder nace. Pero, hoy día, requiere capacitarse para ser un verdadero líder, aquél que transforma el entorno, que logra que todos, hasta aquellos que se repelen, trabajen en equipo y obtengan los resultados esperados o, muchas ocasiones, resultados mayores a los presupuestados.
El mundo, hoy día, se encuentra en constante cambio. Una persona que tiene ahora de 55 a 45 años (generación X) no entiende y le cuesta comprender a alguien con edad fluctuante de los 44 a los 30 años (Millennials). Entenderá el lector que convivir con el grupo etario de los 29 a los 18 años (Z) se vuelve casi un diálogo entre humanos y extraterrestres. Lo verdaderamente importante para la generación X ya no lo es para los Millennials y, pudiese suceder que los Z ni siquiera sepan que eso exista o haya existido realmente. Y lo que es importante para un generación Z se vuelve como una "bobería" para los generación X.
Y ambos critican a los Millennials su fragilidad, su dependencia y su falta de interés en conseguir el éxito, si interfiere con algo más espiritual que les llame la atención, o de sus quejas constantes por derechos que no están dispuestos a respetar a los demás, como si ellos tuviesen la exclusividad sobre ellos y ninguna responsabilidad para con los demás.
Ahí es donde, hoy día, el líder, el verdadero líder tiene que intervenir y lograr unir a personas tan separadas en metas, valores y visión de vida como tres estrellas en la galaxia.
Actualmente, quienes lideran no son los que mejor hablan o los que gritan más. Quienes se asumen como líderes deben ser capaces de gestionar positivamente la diversidad - de personas y de modalidades de trabajo - y construir equipos autónomos, creativos, colaborativos y motivados, que cumplan con los estándares de calidad y eficiencia en el producto o servicio que tengan obligación de entregar o crear.
Hoy, el líder inspira, no controla ni ordena. Coordina para la colaboración de todos y el logro de los objetivos de trabajo. La propuesta de valor de una empresa como Netflix es "total libertad, pero total responsabilidad", hay que dejar en claro a los colaboradores que son libres de trabajar como más les agrade para potenciar su capacidad, pero existe la responsabilidad personal y colectiva de que el producto se entrega en tiempo, forma y calidad establecidos.
Eso es lo que hago todos los días, desde hace 25 años a nivel universitario. Jamás dejo que los alumnos decidan sus grupos de trabajo. Eso nunca sucede en la vida laboral; al contrario, ubico a los grupos sociales que se van formando en el salón de clase y decido poner uno de cada grupo en los equipos de trabajo y, luego, la labor de líder entra en el juego.
Les digo que a la escuela no venimos a hacer amigos (no es totalmente cierto), sino a cumplir con los retos que se nos imponen, para saber trasladar lo aprendido y enfrentar los problemas que la vida nos presente. Que no me importa si se odian o se ignoran, que deben responsabilizarse de entregar un trabajo con las exigencias planteadas y que depende de ellos que logren el aprendizaje planteado en el programa de estudios.
Y que sé que pueden hacer eso y más. Que confío plenamente en ellos y que sé que lograrán hacerme sentir orgulloso de ellos.
Y durante el período de tiempo establecido, abro espacios para escucharlos. Que me digan lo que quieran, hasta aquello que les molesta del equipo. Hablo con ellos y les vuelvo a decir: Tienen toda la libertad creativa que necesiten y quieran usar, pero necesito que me entreguen lo que les encargué, no porque de eso dependa una calificación, sino su vida futura, personal, familiar y laboral. Hacernos responsables de lo que haremos en el futuro, sentará las bases de una mucho mejor vida para nosotros.
Espero que, sea el rubro que sea donde ejerzas tu liderazgo, siempre pienses que la gente que colabora contigo pertenece a un grupo etario distinto, con una cosmovisión de vida totalmente distinta, con diferentes preferencias, pensamientos y valores. Y que tú debes convencerlos de trabajar para cumplir las metas trazadas por la empresa en la que todos laboran.
Que cada uno es importante y que sin un trabajo coordinado, de apoyo, con la responsabilidad personal de que cada uno hará lo que debe hacer, jamás podrán entregar lo requerido y pondrán en riesgo su prestigio, sus trabajos y la confianza en sí mismos.
Más que nunca, requerimos líderes positivos que nos permitan recuperar o construir nuevos espacios donde la armonía, la paz y la solidaridad entre las personas impere en nuestra sociedad en caos.
MORALIDADES. 4 de agosto de 2024.
Un texto muy enriquecedor y aclarador sobre lo que realmente es ser un líder, felicidades maestro
ResponderBorrarMuy bueno tu eres un líder nato gelicidades
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